Desconecto.
Mi itinerario es el que es.
Cuatro vueltas son doce kilómetros
y dan juego…
Quiero concentrarme en t res cosas
pero después de unos segundos,
el sendero, los árboles, las murallas
y la luz del
anochecer
me sitúan donde estoy.
La primera vuelta ha transcurrido rápido,
Tierra o hierba, ¿dónde piso?
¿adónde miro? Suelo o cielo.
Hago un esfuerzo por pensar
en aquellas cosas para las que no tengo tiempo.
He descendido al foso;
No es mi caso de claustrofobia,
voy dejando atrás los estanques
del infierno.
Parece que la ciudad ha desaparecido
en el tiempo y con la luna,
mientras surge el placebo.
Segunda vuelta.
Cambio de ritmo:
El crono está apagado.
Me concentro.
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